JENNIFER

Jennifer Angulo Correa, 36 años, soy de Colombia. Estudié Bachillerato, y trabajé como supervisora de personal en comercio. Aquí soy trabajadora del hogar y de los cuidados.

Las mujeres migrantes, sufren con el proceso migratorio, ya que supone la pérdida extraordinaria significativa de los vínculos con su tierra y con las gentes que les vieron crecer (Calvo, 2005)

“El día anterior de viajar a España, bueno, tuve una cena con mi familia, mis hermanos, mis tíos. Ese día no dormimos nada, a las 5 nos fuimos para el aeropuerto. Me despidió mi esposo, mi mamá, mis hermanos y mi sobrina. Luego cuando ya nos tocó subirnos, al pasar la puerta, mi sobrina se para y dice: ¿tía y yo? Entonces ahí se me partió el corazón en dos, yo no la pude voltear a mirar porque ella es como otra hija para mí…. Es duro, porque mi familia me hace falta”. 

Entre las personas involucradas en los procesos de migración hay que contar con los familiares del migrante, muchas son las personas que se trasladan con sus familiares con motivo de reagruparse. La migración que inició como algo temporal para lograr un determinado objetivo puede convertirse en permanente al traer a su familia al nuevo país (Gimenez, 2003).

 “He estado feliz desde que llegué. Mi marido ya llegó, ya los tengo a los dos, a él y a mi hija. Durante todo el tiempo que llevo en España he trabajado de interna hasta que hace poco que falleció mi abuelito hermoso(…)”

Cuando la trabajadora doméstica se inserta en la esfera privada del hogar de sus empleadores, se genera un vínculo personal que no suele establecerse en otros empleos y sectores. Se requiere cierta confianza y respeto en ambos sentidos para que dicha relación de trabajo prospere. Hay una implicación personal más aún si se trata de cuidado de niños y/o mayores. Esta conexión personal suele generar relaciones de especial afecto entre los empleadores y las empleadas (González, 2019).

Si estas personas mayores fallecen, las trabajadoras de los cuidados pasan por procesos de duelo, porque se suma la pérdida de la relación que mantenía con la persona dependiente y la responsabilidad que supone cuidar de una persona enferma.

Este fuerte apego personal incrementa los tiempos de presencia de la cuidadora y supone el traspaso de unas responsabilidades que difícilmente pueden traducirse en términos monetarios.

“En mis manos pones el tesoro que posees”

#ElValordeLosCuidados

#EstrabajoEstrabajadoraEsCiudadana